1. Cada bebé a su ritmo

Tu bebé es único y evolucionará a su ritmo hacia una alimentación sólida y diversificada. Un consejo: no le fuerces. No te preocupes si se toma su tiempo en cada etapa de la diversificación.

2. Adapta las cantidades

Sírvele cantidades adecuadas para su edad y ten en cuenta su apetito (para saber cuánta leche debes dar a tu bebé, lee nuestro artículo aquí). Tu bebé tiene necesidades nutricionales específicas que no son las de un adulto: limitar la sal hasta los 3 años, poco azúcar, 2 cucharaditas de carne o pescado a los 6 meses, 1 cucharadita de aceite vegetal o un poquito de mantequilla en cada comida...

3. Sabores y colores

Ofrécele platos sabrosos y coloridos para que descubra una gran variedad de sabores. Cuida la presentación de su plato para divertirle creando formas de caras sonrientes o animalitos. ¡Conviértete en "food artist"! Estos sencillos trucos ayudarán a tu bebé a descubrir el placer de comer.

4. Una cosa nueva cada vez

Introduce los nuevos alimentos de uno en uno para que tu bebé tenga tiempo de familiarizarse con cada sabor. Haz lo mismo con las texturas.

5. Separa los sabores

También puedes separar los alimentos que componen una comida completa (por ejemplo, la carne por un lado y la verdura por otro). De este modo, tu bebé aprenderá a reconocer los distintos sabores y a apreciarlos uno a uno.

6. Cuestión de gustos

¿Tú bebé rechaza un alimento la primera vez? Ofréceselo de nuevo un poco más tarde con una textura diferente, si es posible, o junto con alimentos que le gusten. Si después de varios intentos sigue sin aceptarlo ¡es porque no le gusta! Y hay que respetarlo. Por otro lado, no dejes de ofrecerle aquellos alimentos que no te gustan a ti. Puede que tu bebé tenga otros gustos. Quizás sea una oportunidad para que empiecen a gustarte.

7. Altibajos

¿Tu bebé empieza a rechazar lo que devoraba hace unos días? Haz una pausa en las etapas de la diversificación o incluso da un paso atrás. No lo fuerces y mantén siempre una actitud positiva para que la comida no se convierta en un momento conflictivo.

8. A demanda

¿Aparta la cabeza cuando su plato aún no está vacío? Entonces, tu bebé está lleno o no tiene mucha hambre. No te asustes, comerá mejor en la siguiente comida. Si, por lo contrario, sigue queriendo comer cuando ya ha terminado el plato ¿por qué negarle unas cucharadas más? A menudo, eso bastará para satisfacerle. Tu bebé se autorregula. Su apetito, igual que el tuyo, varía de un día para otro.

9. Con los dedos

¿Y si simplemente aceptáramos que los alimentos se descubren mediante el tacto? Esta etapa es complicada para los padres porque tendrán que limpiar más y poner más lavadoras, pero será un gran experimento para que el bebé gane autonomía y sencillamente... ¡se divierta!

10. Un momento de placer y convivencia

Si es posible, comparte las comidas familiares con tu bebé. Sentirá el ambiente agradable alrededor de la mesa y asociará la comida con una experiencia positiva.