Los problemas digestivos son bastante comunes en los bebés lactantes y pueden causar preocupación en los padres. Se trata de esos trastornos que aparecen en el sistema digestivo debido a que todavía está en desarrollo. No suelen ser graves y tienden a mejorar con el tiempo.

 

Cerca de la mitad de los bebés recién nacidos sufren de estos problemitas, mayormente debido a que su sistema digestivo aún está en proceso de maduración. Por esta razón, por lo general no representan un gran problema y se van solucionando solos a medida que el bebé va creciendo y su sistema se va haciendo más fuerte.

 

Aunque estos problemas no son motivo de gran preocupación, es importante saber reconocerlos, entender sus señales y saber cómo calmar al bebé mientras los está experimentando.

 

A continuación os dejamos una descripción general de algunos de los problemas digestivos más comunes que pueden experimentar los bebés:

 

Cólicos del lactante:

Los cólicos del lactante son episodios de llanto intenso y prolongado en un bebé aparentemente sano y bien alimentado. Este llanto por lo general ocurre en la tarde o noche y puede ser muy angustiante tanto para el bebé como para los padres. Aunque no se conoce la causa exacta de los cólicos del lactante, se cree que puede estar relacionada con la inmadurez del sistema digestivo, la sensibilidad a ciertos alimentos en la dieta materna, el exceso de aire tragado durante la alimentación o simplemente el desarrollo normal del sistema nervioso del bebé.

 

Reflujo gastroesofágico:

El reflujo gastroesofágico (también conocido como RGE) es cuando la leche y los alimentos regresan desde el estómago hacia el esófago del bebé. Esto puede ser debido a que el esfínter que separa el estómago del esófago es débil o inmaduro. Los bebés pueden regurgitar pequeñas cantidades de leche después de comer, lo cual es normal en muchos casos. Sin embargo, si el bebé está regurgitando con frecuencia y parece molesto o tiene problemas para ganar peso, puede ser necesario consultar al pediatra.

 

Estreñimiento:

El estreñimiento en los bebés se caracteriza por evacuaciones intestinales infrecuentes o dificultosas. Puede ser causado por una variedad de factores, como la dieta, la falta de líquidos, o simplemente la inmadurez del sistema digestivo. Los bebés amamantados a menudo tienen movimientos intestinales menos frecuentes que los bebés alimentados con fórmula. Para los bebés amamantados, es normal que pasen varios días sin hacer caca, siempre y cuando las heces sean suaves cuando finalmente lo hagan.

 

Alergias alimentarias:

Algunos bebés pueden ser sensibles o alérgicos a ciertos alimentos que la madre consume si está amamantando, o a ciertos ingredientes en la fórmula. Las alergias alimentarias pueden causar una serie de problemas digestivos, como cólicos, diarrea, sarpullido, y en casos más graves, dificultades para respirar. Si sospechas que tu bebé puede tener una alergia alimentaria, es importante buscar la orientación de un médico.

 

Gases:

Los bebés lactantes también pueden tener gases, lo cual puede hacerlos sentir incómodos y causarles llanto y molestias. Los bebés pueden tragar aire durante la alimentación, especialmente si están ansiosos o si la posición de lactancia no es óptima. Ayudar al bebé a eructar después de cada toma puede ayudar a aliviar esta molestia.

 

Aliviar a los bebés en estos casos  puede ser un desafío para los padres, pero hay varias estrategias que pueden ayudar a calmar y aliviar el malestar de este. Aquí os dejamos algunos consejos: 

 

  1. Cambios en la alimentación:

- Mantén al bebé en posición vertical durante y después de las comidas para ayudar a prevenir el reflujo.

- Alimentar al bebé con más frecuencia pero en cantidades más pequeñas puede ayudar a prevenir la acumulación de gases.

- Evitar que el bebé llegue con mucha hambre a las tomas y coma rápido y con ansiedad.

- Si ya toma otros alimentos, añade aquellos con más fibra y ofrécele muchos líquidos para ablandar las heces.

  1. Técnicas de Alivio:

- Haz masajes con movimientos suaves y circulares en el sentido de las agujas del reloj, para ayudar a liberar gases atrapados.

- Flexiona las piernas del bebé hacia su barriguita y luego extenderlas suavemente para aliviar la presión en el abdomen.

- Un baño relajante en agua tibia puede calmar al bebé y relajar los músculos del estómago.

  1. Cambios en el Ambiente

- Evita el ruido y las luces brillantes durante los episodios de cólicos, ya que el exceso de estimulación puede empeorar el malestar.

- Mecer al bebé suavemente en tus brazos o colocarlo en un portabebé mientras das un paseo puede ayudar a calmarlo.

Recuerda que cada bebé es único y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. Ser paciente y estar en contacto con el médico del bebé puede ser clave para manejar estos problemas digestivos en los bebés lactantes.

 

La leche de cabra a menudo se considera beneficiosa para algunas personas con problemas digestivos debido a varias razones:

 

1. La leche de cabra tiene una estructura de proteínas diferente a la leche de vaca, lo que puede hacerla más fácil de digerir para algunas personas. Contiene menos caseína alfa-s1, una proteína que algunas personas encuentran difícil de digerir.  

 2. La leche de cabra también tiene una mayor cantidad de ciertos ácidos grasos de cadena corta, como el ácido caproico, que pueden ser más fáciles de digerir.

 3. Si bien la leche de cabra todavía contiene lactosa, la cantidad puede ser un poco menor que en la leche de vaca, lo que puede ser útil para personas con intolerancia a la lactosa leve.

4. Las alergias a la leche de vaca son bastante comunes en bebés y niños. Sin embargo, la leche de cabra puede ser una alternativa para aquellos que tienen alergia a la proteína de la leche de vaca. Aunque no es una solución para todas las alergias a las proteínas de la leche, puede ser más tolerada por algunas personas con sensibilidad.

5. La leche de cabra contiene oligosacáridos, que son carbohidratos complejos que actúan como prebióticos. Estos prebióticos pueden alimentar las bacterias beneficiosas en el intestino, promoviendo así una flora intestinal saludable y potencialmente ayudando a mejorar la digestión.

6.La leche de cabra también puede ser más rica en ciertos nutrientes, como el calcio, el zinc y las vitaminas A y D, que son importantes para la salud digestiva y general.

 

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