Este tema es sin duda uno de los que más preocupa a los padres cuando hablamos de sus hijos, para ayudar a los niños a aprender tenemos que tener presentes dos conceptos clave: motivación y estimulación Es bastante común que escuchemos a los padres decir de sus hijos cosas como “le da todo igual” “no pone ningún interés” y el más que famoso “no se centra en nada”. Para que todo esto no se convierta en una batalla con la lidiar a diario tenemos que encontrar posibles soluciones para poder mejorar esta situación. No hay una respuesta única o un patrón concreto que haya que seguir para que esta situación cambie completamente, no hay ciencias exactas, pero sí podemos recurrir una serie de reglas, consejos y comportamientos establecidos que podemos seguir para motivar a los reyes y reinas de la casa.   ¿Cómo podemos detectar si un niño/a está desmotivado/a?

  • No vemos ningún rasgo de motivación del niño/apor nada de lo que le rodea. 
  • Las actividades que realiza no le producen ninguna felicidad
  • Hace las cosas rápidas para salir del paso
  • Siente que no le entienden. 
  • Su percepción es la de que no valoran su esfuerzo 
  • Todas las actividades realizadas son bajo posible una actitud perezosa y desmotivada.

  ¿Qué factores pueden causar la desmotivación del niño/a?

  • Falta de atención por parte de sus progenitores
  • Solo realizan tareas por obligación y no porque ellos quieran realizarlas de verdad
  • Las normas del hogar son muy estrictas
  • Los padres ponen altas expectativas en el niño/a
  • La educación es especialmente rígida y autoritaria

  ¿Qué podemos hacer para motivar y estimular al niño/a?

  1. Comunícate con ellos

No solo tenemos que hablarles como a niños, entienden mucho más de lo que puede parecer y gracias a esto podemos comunicarnos con ellos para conocerlos mejor, para entenderles, así podemos comprender sus esfuerzos y fortalecer nuestra confianza.  

  1. Fijar objetivos a corto y hacerlos visibles

Por ejemplo, si el objetivo es leer un libro, podemos tener el libro a mano para la hora de comer y o dormir.Esto hará que el niño lo visualice e interiorice, de esta manera lo tendrá presente y le costará menos disfrutar de ello.  

  1. Si el resultado no es el esperado alientale 

No compares su capacidad con ninguna persona cerca de su entorno ni con alguien de la familia, cada ser humano es único y tiene unas características diferentes a los demás. Motívale para seguir y dile que en cualquier caso ha realizado un buen trabajo.  

  1. Premia su esfuerzo

Premia sus objetivos a corto plazo con algo que sea de su gusto, que le ilusione y le motive, no tiene que ser algo exclusivamente material, puede ser una experiencia que hacer con amigos o en familia, esto hará que se sienta valorado y que se motive para lograr su siguiente objetivo.  

  1. Controla las críticas

No es bueno criticar el sistema educativo y a los profesores del centro donde estudié el niño/a, intenta ver el lado positivo y transmitirlo en consecuencia.   Cada niño es un mundo, esto quiere decir que como todas las personas de este planeta, tiene su propia capacidad y ritmo de aprendizaje. Motivar a un niño no quiere decir que solo tengamos que alentarlo para que estudie, tenemos que conocerlo y entender sus limitaciones y aspiraciones propias, fomentar y dar espacio para que alcance su propio ritmo, acompañarlos para que no se desmotivan en ninguna situación es nuestro mayor objetivo.

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